La capital castellano-leonesa conserva un
importante patrimonio monumental en su casco antiguo, en especial casas
nobles y edificaciones religiosas. Entre ellas sobresalen la inacabada
Catedral. El diseño original del proyecto fue encargado por el
rey Felipe II al arquitecto Juan de Herrera en el siglo XVI. El
fallecimiento de ambos dejó inacabado el templo, cuyo cuerpo central no
sería inaugurado hasta 1668. Años después, en 1730, el maestro
Churriguera finalizó las obras de la fachada principal. En el interior
catedralicio, la capilla mayor alberga un magnífico retablo, realizado
por Juan de Juni en 1562. El recinto permite acceder al Museo Diocesano,
en el que destacan diversas tallas atribuidas a Gregorio Fernández y al
propio Juni, así como una custodia de plata de Juan de Arfe.
Otros templos de interés son la
iglesia gótica de Santiago, con un importante retablo de la
Adoración de los Magos realizado por Berruguete en 1537, o la
iglesia de Santa María la Antigua, con su peculiar torre
románica rematada en forma piramidal.
Presidida por una estatua del conde
Ansúrez, se encuentra en pleno corazón de la ciudad la Plaza
Mayor, del siglo XVI. En uno de sus lados se alza el
Ayuntamiento, edificio de principios de siglo que se encuentra coronado
por la torre del reloj. En las calles aledañas aparece un buen número de
casonas y palacios. El palacio de los Pimentel, hoy
sede de la Diputación Provincial, es uno de los más importantes, ya que
en él nació el 21 de mayo de 1527 el rey Felipe II. Cabe destacar
también el palacio de los Marqueses de Valverde, del
siglo XVI, y el del banquero Fabio Nelli, edificio de
impronta clasicista comenzado a construir en 1576. Ocupa este recinto el
Museo de Valladolid, que exhibe una colección de muebles, esculturas,
pinturas y piezas de cerámica.

De la importancia cultural de Valladolid
da buena cuenta el edificio de la Universidad, cuya
fachada barroca se encuentra decorada con diversos símbolos académicos,
y el colegio de Santa Cruz que, además de albergar una
valiosa biblioteca, constituye una de las primeras muestras del
Renacimiento español.
La ciudad conserva las residencias en las
que vivieron grandes personajes históricos, como la Casa de
Cervantes, donde vivió el autor del Quijote con su familia
entre 1603 y 1606. Como curiosidad, fue en esta residencia donde el
escritor dio sus últimos retoques a su genial obra. La visita a la
casa-museo permite conocer, a través de enseres y mobiliario de la
época, el modo de vida de una familia hidalga del XVII. Igualmente,
puede ser visitada la Casa-Museo de Cristóbal Colón, en
la que el navegante pasó los últimos años de su vida. El actual palacio
exhibe diversas piezas y documentos relacionados con el descubrimiento
de América.
De la Valladolid decimonónica se conserva
la casa natal de uno de los personajes más ilustres de la capital,
José Zorrilla. La vivienda, que permanece abierta al
público, recoge diversos efectos personales, muebles y documentos
pertenecientes al escritor romántico.
Como ciudad que ha experimentado un
notable crecimiento urbano en las últimas décadas, Valladolid ofrece un
gran abanico de posibilidades de ocio y cultura: cines, teatros y
museos, como el Nacional de Escultura, con sede en el
colegio de San Gregorio. Este espléndido edificio de
estilo gótico flamenco, una de las construcciones más sobresalientes de
la capital, destaca por su exposición de tallas policromadas, realizadas
por artistas como Alonso Berruguete o Gregorio Fernández. El
Museo de Arte Contemporáneo Español, ubicado en el Patio
Herreriano, uno de los claustros del antiguo Monasterio de San Benito,
conserva más de 800 pinturas y esculturas del siglo XX.
Semana Santa
Declarada de Interés Turístico
Internacional, la Semana Santa es la fiesta
más importante de Valladolid. La peculiaridad de esta celebración radica
en sus procesiones, formadas por auténticas obras de arte de la
imaginería castellana. Otro evento destacado es la Seminci,
la Semana Internacional de Cine, una de las citas ineludibles del
calendario cinematográfico español.
La provincia de Valladolid se nos muestra
a través de diferentes itinerarios como los que recorren la Ruta del
Vino Tinto, la Ruta del Caballero, el que nos conduce al Alma de
Castilla y a la Tierra de Campos. La primera de estas rutas nos llevará
a las tierras vinícolas de Quintanilla de Onésimo, Vega Sicilia,
Pesquera de Duero y Peñafiel. Aquí podemos visitar su castillo y Museo
del Vino, además de interesantes bodegas.
La Ruta del Caballero se despliega al sur
de la capital y aquí podemos conocer las bodegas de Boecillo, la
arquitectura mudéjar de Mojados y Olmedo, y la riqueza medieval de Iscar
y Portillo. Villas históricas como Simancas, donde se encuentra el
Archivo General del Reino; Tordesillas, de gran importancia histórica y
artística; o Medina del Campo, famosa por sus mercados, ferias y
balneario, se dispersan por la llamada “Alma de Castilla”. Por su parte,
la Tierra de Campos nos aproxima a villas medievales como Medina de
Rioseco, bellas muestras de arquitectura popular vallisoletana como
Villalón de los Campos, o Castromonte, conocida por sus aguas
medicinales.
Para recorrer toda la zona podemos
hospedarnos en las excelentes instalaciones del Parador de Turismo de
Tordesillas. Un buen lugar, además, para acercarnos a la gastronomía
vallisoletana, donde tienen fama los asados de cordero y cochinillo.
También son característicos la sopa castellana (elaborada con pan, ajo y
jamón), el bacalao al ajoarriero y los platos de caza. Para acompañar a
estas recetas, nada mejor que los vinos con Denominación de Origen que
se dan en la provincia: Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro.