Por el “Húmedo”
Junto al consistorio nace el barrio de San
Martín, en torno a la plaza y la iglesia de este mismo nombre. En esta zona
se dan citan palacetes y casonas como la Casa de las Carnicerías y el
Palacio del Conde Luna. La institución que distribuía la
carne a la ciudad es un edificio del siglo XVII, que hoy alberga a una sala
de exposiciones. El palacio conserva una portada del siglo XIV, gótica con
influencias árabes, y un torreón almohadillado. También merece una visita la
iglesia de San Salvador de Palat del Rey, data del siglo X y es la más
antigua de la ciudad.
Por estas calles se encuentran diseminados
bares y restaurante donde podemos degustar lo mejor de la gastronomía de la
región, y que le ha hecho merecedor del sobrenombre de El Húmedo.
Nuestro recorrido puede continuar en el Palacio de los Guzmanes y la Casa de
los Botines. La fachada principal del palacio, sede de la Diputación
Provincial, data del siglo XVI, y destacan en su construcción los balcones
enrejados y la portada lateral. Por su parte, la Casa de los Botines es una
obra del arquitecto Antonio Gaudí, que inauguró el estilo
modernista en la ciudad. León cuenta con más ejemplos de esta corriente
artística en la plaza de Santo Domingo.

Desde aquí, nos podemos adentrar en el área
rodeada por las murallas de origen romano, en cuyos extremos se ubican dos
de las joyas de la ciudad: la Catedral y la Basílica de San
Isidoro. La “Pulcra Leonina”, uno de los templos góticos más impresionantes
de España, se levanta sobre unas antiguas termas romanas y una iglesia
románica. Su visión frontal nos ofrece, en su portada, uno de los más
importantes conjuntos escultóricos góticos, un rosetón policromado y dos
torres, curiosamente exentas de la fachada principal. Pero lo que quizá
llama más la atención al visitante son los 1.800 metros cuadrados de
vitrales. En su interior, debemos detenernos en el coro, los sepulcros
románicos del crucero y en las capillas de la girola. La visita al
Museo Catedralicio, uno de los más completos de su género, nos
llevará a conocer el claustro y una escalera plateresca, además de
importantes pinturas y esculturas.
Uno de los monumentos más significativos de
toda Europa es la Basílica de San Isidoro. Sus anchos muros
custodian celosamente lo que se conoce como la “Capilla Sixtina” del
románico español. Se trata de frescos del siglo XII que decoran la cripta
subterránea del Panteón Real y que aún conservan intacto su
color original. Encontramos escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento,
motivos florales y un calendario de las faenas agrícolas. Pero la
excepcional conservación y calidad de las pinturas no debe sustraernos de la
contemplación de los elementos arquitectónicos. Las esculturas de las
portadas y capitales son una auténtica Biblia en imágenes. En sus claustros
se sitúa el museo, que conserva un archivo de códices, incunables y una
Biblia visigótica, entre otras obras. Su prestigiosa colección de arte
medieval se enriquece con el Arca de San Isidoro, la Arqueta de Marfiles o
el Cáliz de Doña Urraca.
Recorriendo la ciudad descubriremos iglesias
de todas las épocas y estilos. En San Marcelo se conserva un retablo
realizado en parte por Gregorio Fernández, uno de los más
relevantes escultores del Barroco español. Por su parte, un templo que
recuerda el esplendor de la Ruta Jacobea a su paso por León es el de la
Virgen del Camino, imagen muy venerada en la ciudad.
Camino de Santiago
Y también relacionado con el Camino de
Santiago, Patrimonio de la Humanidad, se encuentra el Hostal de San
Marcos. Uno de los más tempranos representantes del plateresco
español fue hospital y albergue de peregrinos, y Casa Mayor de la Orden de
Santiago. Actualmente alberga el Parador de Turismo de la
ciudad, a orillas del río Bernesga. Un excepcional lugar donde alojarse
durante nuestra estancia en la ciudad y sentarnos a una mesa bien provista
de manjares de la tierra. El cocido maragato, las ancas de rana, las
mollejas de ternera y las carnes de la montaña son sólo algunas de las
sugerencias. Las legumbres, los productos de matanza y las piezas de pesca
se riegan con vinos de la Denominación de Origen de El Bierzo. Arroz con
leche o mantecadas de Astorga (elaboradas con azúcar, harina y huevo) ponen
el punto final a cualquier degustación gastronómica.
La provincia de León nos depara importantes
citas con la historia, el arte y la naturaleza de la región. El río
Esla nos guiará para conocer los pueblos y monumentos que surgen en
su ribera, como San Miguel de Escalada, monasterio de estilo mozárabe del
siglo X. El extremo noreste de León está dominado por parte del
Parque Nacional de Picos de Europa. Aldeas de montaña como Caín o
Posada de Valdeón surgen entre valles, montañas y bosques de hayas. La
garganta del Cares y el desfiladero de Los Beyos son algunos de los paisajes
más impresionantes que podemos descubrir en plena Cordillera Cantábrica. Por
su parte, en la montaña central de León se sitúa la estación
invernal de San Isidro, en un paraje horadado por cientos de
cuevas, entre las que destaca la de Valporquero. En sus galerías se han
formado estalactitas, estalagmitas, lagos y cascadas.
Astorga, ciudad de origen romano, nos da la
entrada a la comarca de la Maragatería. Entre sus pueblos
encontramos uno es que Monumento Nacional, Castrillo de los Polvazares. El
Camino de Santiago atraviesa León por la comarca de El Bierzo,
concretamente por Villafranca del Bierzo, Cacabelos o Carracedo, cuyo
monasterio de Santa María es Monumento Nacional. Cerca de aquí se yerguen
las montañas arcillosas que componen Las Medulas, antiguas
minas de oro romanas, que han sido declaradas Patrimonio de la
Humanidad. Ya sólo nos queda viajar a Ponferrada y al Valle del
Silencio. Uno de los pueblos del valle, Peñalba de Santiago, es Conjunto
Histórico Artístico Nacional. Entre sus casas de pizarras y cuarcitas se
erige la iglesia de Santiago, un templo mozárabe del siglo X.