Desde época prerromana los
pueblos que habitaban la Península Ibérica buscaron los
mejores accesos naturales que les permitieran viajar de
unas zonas a otras. Entre estos caminos eran conocidos los
que unían el sur con las tierras más septentrionales de
lusitanos y vetones, rutas que permitieron, primero a los
cartagineses y luego a los romanos, la colonización de la
Bética de la Lusitania. Terminadas la conquistas romanas,
la importancia económica y estratégica de estos lugares
empujó al imperio a la construcción de calzadas que
permitieran una mejor comunicación. Así nacería el
itinerario que unía Augusta Emerita (Mérida) con
Asturica Augusta (Astorga) hacia el norte y con
Hispalis (Sevilla) hacia el sur.
La construcción de
esta calzada romana supuso la edificación de las paradas
conocidas como mansio, situadas a 25 millas romanas (unos
35km) unas de otras a todo lo largo del camino. El
trayecto estaba marcado, en millas romana (1.468m), con
hitos de piedra llamados miliarios, muchos de los cuales
se pueden ver aún en el recorrido.
A esta calzada romana, se
le ha llamado con distintos nombres a través de los
tiempos, conservando en la actualidad el usado por los
árabes, Vía de la Plata, que proviene del término balata,
que significa enlosar.
Desde la Edad Media y tras
la aparición de la tumba del Apóstol Santiago, la Vía de
la Plata fue utilizada por los cristianos que, desde el
sur peninsular, peregrinaban por este Camino Mozárabe
hasta Santiago de Compostela. A partir del siglo XIII
también la Mesta empleará el recorrido para la
trashumancia de los rebaños que buscaban los pastos del
sur en invierno.
A principios del siglo XIX,
la Vía de la Plata fue utilizada en su invasión por los
franceses, quienes alabaron su buen estado de
conservación, estado que con el tiempo se perdería en
muchos tramos, bien por desuso o por su destrucción al
construir la N-630, principal vía contemporánea de
comunicación del oeste peninsular.

En la actualidad y tras su
puesta en valor, la Vía de la Plata a su paso por
Extremadura vuelve a recuperar el protagonismo de antaño y
se convierte en una opción cultural y turística para
aquellos que deseen recorrer este camino.
Recorrido:
Castillo de las Torres -
Monasterio |
Monasterio
- Fuente de Cantos |
Fuente de Cantos -
Medina de las Torres |
Medina de las Torres -
Zafra |
Zafra - Villafranca de
los Barros |
Villafranca de los
Barros- Torremejía |
Torremajía - Mérida
|
Mérida - Aljucén |
Aljucén - Cruce de las
Herrerías (Alcuéscar) |
Cruce de las Herrerías -
Aldea del Cano |
Aldea del Cano - Casar
de Cáceres |
Casar de C.- Embalse de
Garrovillas de Alconétar |
Embalse de Garrovillas
de Alconétar - Grimaldo |
Grimaldo - San
Gil/Galisteo |
San Gil/Galisteo - Venta
Quemada |
Venta Quemada -
Aldeanueva del Camino |
Aldeanueva del Camino -
Baños de Montemayor |
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